27 de octubre de 2009

Remedio para la gravedad


-Escuchando Lament, Movement in the city-


Si quiero escuchar este lamento urbano, tengo que servirme algo antes. Y eso es exactamente lo que voy a hacer.


Con el sabor de las uvas en la boca y un cigarro artesano, el lamento es un saxo llorando o gritando en una calle cualquiera del barrio francés de Nueva Orleáns; bueno, ya no hay saxos en el barrio francés de Nueva Orleáns, bueno, tampoco hay barrio francés ni calles, pero sí gente gritando...


-Escuchando Hip Drop, The Explotions-

-Escuchando Big Chief, Professor Longhair... y silbando.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Él bebía para soñar
y soñaba que era amado.
Amaba el olvido
y olvidaba sus encendidos cigarros.

Se escapaba y regresaba,
se cortaba el pelo,
pero nadie le miraba.

No tenía sentimientos astutos,
no tenía acordes en mente
ni rascacielos en su corazón,
pero aún conservaba sus navajas sin filo,
sus espadas melladas...

Era un guerrero sin armadura,
sin lucha,
sin ley...

Era uno más de nosotros...

Sindel
(Te dije que escribiria algo sin leer lo anterior, ahora lo engulliré todo con calma... espero que te guste, se me acaba de ocurrir... besos Celia)