25 de marzo de 2009

Parar el tren

Pare el tren, que me quiero bajar.

Señorita, el tren no se puede parar así como así.

Pues entonces abra esta maldita ventanilla, para que al menos saque un suspiro.

Esta ventanilla no se puede abrir, lo siento.

Bien, pues entonces patalearé.

Al cabo de un rato pataleando…

Si sigue usted así, señorita, tendré que pedirle que se descalce; está molestando al resto de pasajeros.

¿Al resto de pasajeros? ¿Qué pasajeros? ¿No ve que voy sola en este vagón?

¿Pero qué vagón? Este vagón, como usted lo llama, es mi cabeza.

¿Ah, sí? No me diga...

4 comentarios:

Poldark dijo...

Pero chiquilla,
¿asi que llevas "nisecuanto" encerrada en una cabeza? o es que te has raptao?

Muxux

SAL dijo...

Arggggggggggg¡¡¡, me toca los cojones que seas piojo como si quieres ser culebra de agua, lo que me altera los nervios es que pasando por mi pg que me lleve a la tuya, y que haga dos meses que has colgao esto... y verte clavar palabras de nuevo en el tablón de pizarra como el que quiere disparar a su otra alma negra aquello de: Jodios¡¡ que todavía sigo aquí!!!!.
Por fa vamos a quedar a tomar unas cañas... como los tíos.
Sal

SAL dijo...

A ver, los nervios que me impiden decir lo que quería... que qué bonito jodía, qué bonito que escribes, en toda la mitad del estómago.

AnDRóMeDa dijo...

Genial, simplemente genial.
Saludos y sigue escribiendo! ;)