23 de febrero de 2010

Bizcocho de Febrero

Mediodía huele a naranja en tu cocina,

es la luz con canela en el horno

y el tacto dorado de tus dedos repartiendo azúcar.

Abres la mano para liberar tu olor de avellanas

y es tu lengua lo más crujiente de todo.

No se me ocurre un color más tostado

que el de la miel de tus ojos-almendra

mientras cantas en la cocina.

Y yo vuelvo a sentirme niña

adicta a las tardes y a las meriendas,

al chocolate caliente y a los besos templados,

y vuelven tus manos a trabajar la masa,

y a mí me parece que me acaricias por dentro

y que después me abrazas.



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