25 de agosto de 2008

Algodón 100%

Esta mañana me despierto con el interruptor encendido. Suena la música lejana, como una tormenta que se avecina. Las nubes son pequeñas hordas de murciélagos que pretenden la noche a pleno sol, y el sol… el sol es un tambor con el cuero roto.


Me despierto lentamente, como si en realidad no quisiera despertar a nadie. La visión a ráfagas de mi pequeño mundo sólo me permite volver a abrazar la almohada, como si ese cuerpo de tela pudiera dejar de confundirme. Pero no lo hace. Yo también siento ser de algodón.

Hago un esfuerzo para no dedicar ninguna canción a nadie, pero la borrasca avanza imparable y los murciélagos acaban colgándose en las líneas del pentagrama; es imposible no ponerles nombre. A cada nota su nombre, y en medio, varios silencios... ¿Ausencia de murciélagos, o es que no hubo nadie que llenara ese tiempo?... Qué dulce mi almohada, que tanto se deja querer.

No sé el tiempo que llevo enredada entre estas sábanas, entre otras cosas porque el tiempo ha dejado de latir. Ahora no cuento con ninguna cadencia, todo se precipita o se suspende en el aire. Y en ambos casos el peso es insoportable. Y pienso, mientras te abrazo, que tienes que dejar de dolerme, mi querida almohada.

10 comentarios:

Xi dijo...

Me encantó tu figura musical. Probablemente porque oscuras, las notas se pasean patas arriba, volviendo, paradójicamente, el mundo al revés.

Ha de ser por eso que escucho música en checo, últimamente.

O porque cantar con el fantasma de la almohada siempre termina por desafinarnos el alma.

Un abrazo calladito.

Anónimo dijo...

Las almohadas son la leche: siempre están ahí.
Precioso post cuajado de imágenes más preciosas aún.

Besos orgiásticos

sabelilla dijo...

Xi, lo de escuchar música en checo, ¿es una consecuencia del vuelco del mundo o es un remedio contra él? Porque si es un remedio, yo me apunto (admito todo tipo de recomendaciones).
Un placer tu visita, muy afinada. Un abrazo.

Gracias, Ella.
El día (o la noche) que me falte mi almohada tendré que empezar a descatalogar otras tantas cosas de mi inventario...
Un besazo

Roberto dijo...

yo sin mi almohada no soy aboslutamente nadie...

las fotografías y dibujos que cuelgas sons sencillamente fantássticos...y por supuesto tus palabras!

38 grados dijo...

yo hace tiempo que dejé de abrazarme a la almohada, siempre supe que me engañaba con la sábana bajera.
Y te las venden como algodón y resulta que son poliester.

Un besazo.

Anónimo dijo...

no sé qué es más complicado en un preciso momento, no dedicar canciones a una persona concreta o que esa dulce almohada deje de doler

...habrá que confiar en el paso del tiempo...

sabelilla dijo...

Bueno, Roberto, eso no me lo creo (total, es un trozo de tela con algo mullido dentro... joer, la verdad es que suena bien...)
Gracias por tu visita y tu comentario.

38 grados y medio, sabes que no es verdad, ay si tu almohada hablara...
En cuanto a la composición de la almohada, lo que importa es el interior (uumm... me suena esta frase...)
Un beXXazo!

Es igual de complicado, Cordelia, porque es la misma cosa.
Y lo del paso del tiempo... Fíjate que precisamente hablaba ayer con un colega sobre eso, sobre lo que cura el tiempo con su paso, y llegamos a la conclusión de que el tiempo no se lo curra absolutamente nada, y por lo tanto no es remedio, el remedio es uno mismo, es tu propia memoria la que se defiende de los hechos aprovechándose del paso de tiempo.

Un saludo

SAL dijo...

Si la luna dictase la melodía y Venus se hiciese cargo de la mano izquierda, los murciélagos de irían colgando del pentagrama con mucho cuidado, boca abajo, para escribir la música que destilan tus preciosos dedos.
Un beso caracolillo
Sal

sabelilla dijo...

Un beso, Dark.
(estoy muy liada, y encima vuelvo a carecer de internet en casa... en fin, luego te cuento el trajín que me traigo entre manos últimamente...)

Xi dijo...

Yo again. No con música en checo, sino con un algodón en la mente. Un libro de Delibes, la Parábola del náufrago. Una belleza, con un tipo que termina sintiendo todo alrededor como si fuera de algodón.

Que ya es mejor que vivir de arpillera, o de paja sin forrar.

Besos en español :)